Situado en el Barrio de las Letras, barrio conocido por haber sido hogar de grandes escritores y poetas espa?oles, Lope de Vega, Quevedo, Góngora y Cervantes vivieron y compusieron sus famosas líneas en él, se encuentra en pleno centro de Madrid a dos pasos de la plaza Santa Ana y de la Puerta del Sol. Este barrio, con sus calles estrechas de adoquines, está impregnado de historia y poesía del pasado, una atmósfera intelectual y una fuerte vida cultural y comercial que aun se viven en sus calles.
El edificio en el que se localiza el aparthotel Amor de Dios 17 data del a?o 1.880 de estilo clásico madrile?o y considerado patrimonio cultural del estado. El primer desafío fue conciliar la importante re-estructuración interna y externa determinada por el estado de abandono en el que se encontraba el edificio. Además, de la dificultad de realizar las obras manteniendo los elementos protegidos como la estructura y la estética de la fachada, las escaleras y los elementos de la entrada.
Con un tama?o de más de 100 metros cuadrados por planta se dise?aron 8 apartamentos que pudieran acoger hasta 6 personas en los más grandes. El color de todo el enfoque de dise?o de Teresa Sapey, es aquí el instrumento esencial de expresión. Cada piso exhibe una variación de color diferente, sugerencia de nuevas posibilidades para experimentar el espacio. Gracias a los muebles y las combinaciones en colores pastel, se crean espacios luminosos, envolventes y relajados, capaces de transmitir la sensación de estar en casa, o incluso mejor, de sentirse como en casa. Todo está aquí pensando al detalle.
Un homenaje a la ciudad, su patrimonio cultural y las pinturas ubicadas en el cercano Museo del Prado: paredes y papeles pintados capturan la atmósfera que se respiraba en los siglos pasados, las fiestas, las alegrías, la gente, las riquezas de la ciudad patria de la monarquía representadas en las obras de arte. Se ha tratado de re-interpretar la esencia del arte de grandes pintores como Velazquez o Goya, que seconvierten en collages creados por la propia Teresa
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